Trabajarás dónde y cuándo quieras
Richard Branson, fundador de Virgin, enviaba hace poco una carta a todos sus empleados en las oficinas centrales de Londres en la que les invitaba a cogerse todas las vacaciones que quisieran y sin pedir permiso.
Los nuevos modelos de trabajo que prescinden del «presentismo» dan lugar a iniciativas como la anterior. Es un nuevo modelo de relación laboral en la que los horarios fijos tienden a desaparecer.
Autogestión del tiempo aplicable a las funciones de organización, información, mando y coordinación o, en todo caso, a todas aquellas en las que existen objetivos claros y fáciles de medir. En concreto, las asociadas a las labores que desempeñan organizaciones que funcionan «por proyectos».
Obviamente, las retribuciones también irían ligadas a esos «proyectos»; por lo que podemos estar ante una nueva relación laboral.
Desde el punto de vista de los derechos laborales, es evidente que la autogestión y la confianza en la responsabilidad y en la implicación de los empleados en el funcinamiento del la empresa son las «patas» que le faltan a la «conciliación laboral» y a otras muchas demandas de muchos colectivos empresariales.
Los primeros pasos ya los están dando las Entidades Públicas, bajo la forma de «ayudas» a esa conciliación. La última experiencia del Gobierno Vasco contó con la participación de varios centenares de funcionarios que han pasado un año trabajando desde casa tres días a la semana.
La implantación de este sistema es un poco distinta en este caso, ya que todos los funcionaros que disfruten de este «beneficio» deberán volver al «presentismo» finalizado el año para evitar el «desarraigo» del puesto de trabajo. Y es que este «desarraigo», unido a la responsabilidad en la toma de decisiones que afecten a la dinámica de la empresa, la atención a los clientes o los resultados; es uno de los puntos débiles para implantar este tipo de iniciativa.
La experienca piloto en Euskadi recogió las solicitudes de voluntarios cuyos puestos iban desde la redacción de informes al diseño de páginas de web, pasando por traductores o empleados del área de asesoría; dejando fuera al personal de atención al público o los jefes de servicio. Primaron las características familiares dentro de las necesidades de conciliación: hijos, distancia de la vivienda habitual al puesto de trabajo, problemas de movilidad; y ha sido un completo éxito en cuanto a funcionamiento o aumento de la productividad.