En realidad, ¿cómo está la financiación en España? (I)
La primera cosa está clara: a nivel europeo, el 85% de los empresarios que lo han hecho, han acudido a entidades bancarias a buscar financiación; frente al escaso 5% que optó por la financiación privada y el 10% que lo intentó con la «Pública». Los bancos siguen siendo la primera opción a la hora de «pedir dinero».
Pero un tercio de los que acudieron a esas entidades financieras salieron defraudados. Al 13% no le concedieron el préstamo y a un 18% sí, pero muy por debajo de lo que solicitaban.
Con todo, las cifras aún se disparan más en el caso español: hasta un 48%. Eso quiere decir que sólo el 52% de las demandas financieras que las PYMEs españolas realizaron a sus bancos fueron satisfechas. El porcentaje de préstamos finalmente no concedidos se fue hasta el 22%, bien porque se lo denegaron (15%) o bien porque las condiciones que imponía la entidad no podían ser atendidas por su cliente.
Como causa, se puede apuntar a la desaparición de las Cajas de Ahorro del mapa financiero, habituales proveedoras de fondos para este tejido empresarial de menor tamaño; y su sustitución por entidades mucho mayores que centran sus operaciones comerciales en otros sectores.
Estas tasas de rechazo se disparan cuanto más pequeña es la empresa (22% para empresas de menos de 10 empeleados) o por su «juventud» (28% para empresas con menos de 4 años); por lo que afectan mucho más a la creación de tejido nuevo.
Como solución, la Comisión Europea se prepara para lanzar el Plan COSME; una línea de avales para que las PYMEs y los autónomos no lo tenga tan «difícil» para acceder a préstamos de hasta 150.000€