¿Una nueva burbuja tecnológica?

La presentación la pasada semana de las cuentas de Microsoft, Apple, Goolge y Amazon han tirado del índice NASDAQ hasta por encima del récord que marcó en el año 2000.

A buena vista, esas cuentas son espectaculares; destacando el aumento del negocio de Amazon en un 14%.

La cifra de negocio se disparó y el índice se colocó con sostenes por arriba de los 5000 puntos. Muy por encima de aquellos 1.800 donde tocó suelo en 2002 tras 2 años de bajada en la que esas empresas de modelo económico tecnológico se dejaron un 78% de su valor.

Cuando estalló aquella burbuja, se demostró que todas aquellas empresas estaban valoradas muy por encima de sus realidades. Algunas estaban valoradas 200 veces por encima de su negocio real.

Aquellas valoraciones se apoyaban sobre espectativas. Invertir a futuro tiene más de apuesta que de otra cosa. Su negocio presente no contaba hasta que, tozudo como es, ese presente decidió poner a cada uno en su sitio.

La mayoría de los analista opinan que ahora es distinto. Por un lado, insisten en la diversificación: las empresas con modelo «Start-Up» apenas suponen un 21% de las que forman el índice y su peso en el volumen de negocio total, por sobrevaloradas que estén, no tiene la presencia que tenían entonces. El resto de empresas (que son las que ponen los valores sobre la mesa) sí están valoradas con arreglo a su negocio real y actual. Así que, en principio, no hay que preocuparse.

Otros no son tan optimistas, empezando por aquellos que se esfuerzan por hacer ver que la principal razón de la existencia de las burbujas es que «la mayoría de los analistas» tienden a opinar que no exsiten. Destacan que, por ejemplo, Amazon aún no ha conseguido entrar en beneficios pese a los años de crecimiento en volumen de negocios que lleva.

Mientras tanto, «Batman ataca de nuevo»

La analista Gotham City (que se llevó por delante a GOWEX) pone el punto de mira sobre varias compañías del NASDAQ. Especialmente sobre la proveedora de servicios de internet ENDURANCE, de la que ve «bajo sospecha» entre el 40 y el 100% de sus ingresos declarados.

Las empresas de biotecnología han visto multiplcadas por 5 (de media) sus valoraciones bursátiles; por citar otro ejemplo. Y el problema no es este: la situación empeora si se analizan detalladamente «el pelotón» de medianas empresas que llenan las más de 7000 plazas de «elegidos» que conforman el índice.

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