Ekhi Txampona: la moneda modelo

Ekhi Txampona es una moneda. Ekhi significaba «sol» en euskara antiguo; y le dio nombre a una planta: el ekhilore; una flor a la que se le atribuye el poder de mantener a raya los malos espíritus.

Hace unos años, en 2011, un pequeño grupo de personas pensó en la posibilidad de crear una moneda de corta circulación que incentivase el consumo de barrio y de muy corto alcance. Esa moneda, los Ekhi, circula por el Casco Viejo desde la navidad de 2014; y poco a poco va ganando zonas de Gran Bilbao.

Se ha puesto de actualidad porque varios alcaldes salidos de las nuevas agrupaciones que han dado la vuelta al mapa político local de España llevan propuestas similares en su programa de gobierno. Entre otros, Ada Colau en Barcelona o Joan Ribó en Valencia.

Pero la experiencia no partió de Euskadi. Cuando la Asociación Desazkundea se puso manos a la obra, ya existían por el mundo varias experiencias similares: las más importantes en Reino Unido, Francia o Suiza; pero también en Cataluña y otros puntos de España.

Del estudio de esas experiencias nació la propia de Ekhi:

  • El Ekhi se compra en paridad: 1€ = 1Ekhi
  • Se usa en establecimientos autorizados, lo que crea una red de uso que incentiva a los establecimientos a la hora de asociarse: las empresas asociadas al «res» de Girona suben su facturación entre un 3 y un 5%; según la Asociación creada para su difusión
  • El cambio al contrario pierde la paridad: 1Ekhi = 0,95€; para desincentivar el cambio sin razones
  • Los beneficios de este cambio a euros se invierten en proyectos sociales y en iniciativas crowdfunding

Posiblemente, la fama de Ekhi le viene porque su último empujón lo recibió a través de la plataforma de crowdfunding Goteo.org; lo que le dio bastante repercusión a nivel nacional.

Pero su gran momento a nivel internacional fue cuando las entidades de crédito mantuvieron tipos de interés para préstamos en esas monedas alternativas muy próximos al 1% cuando el EURIBOR alcanzaba el 5%; lo que facilitó que siguiese existiendo crédito para familias y empresas en un momento de estancamiento global.

¿Qué riesgos entraña la creación de una moneda alternativa?

El primero de ellos, la hiperinflacción. Se hace eco de ello José Cárlos Díaz, profesor de Economía de la Universidad de Alcala en una conversación con El País en donde llega a definir esa experiencia como «la peor manera de elevar el gasto público».

Las experiencias que cuentan con mayor éxito son las germanas: Alemania (Baviera) y Suiza; endonde estas iniciativas cuentan con el respaldo de las entidades financieras locales, una especie de Cajas de Ahorro como las que había en España. La pérdida de este tipo de entidades de este país obliga a que la única administración local que puede apoyar financieramente este proyecto sean los Ayuntamientos.

Otro de los problemas es el abono de los impuestos: las empresas españolas sólo pueden abonas el IVA en Euros; lo que las obliga a convertir moneda (con la consiguiente pérdida) para atender a sus obligaciones fiscales.

La única alternativa a estos riesgos es mantener la circulación, lo que obliga a que haya más y más sitios en donde se pueda gastar; y tener muy controlada su puesta en circulación.

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